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5 estrategias para prevenir la fatiga y las lesiones en deportistas

En el mundo del deporte, la fatiga y las lesiones son dos grandes obstáculos que enfrentan las personas que desean hacer deporte con regularidad. Ya sea que se trate de un deporte de alto impacto o de una actividad de baja intensidad, estos riesgos son reales y pueden afectar negativamente el rendimiento y la salud general del deportista. A estos dos, habría que añadir un tercero que también puede ser muy perjudicial para nuestra salud: la desinformación. 

La práctica deportiva es vital para nuestra salud física y emocional. Por ello, debemos cuidar qué información recibimos para poder entrenar de forma saludable. Siempre que leas o escuches algún consejo, recuerda comprobar en qué estudio científico está basado y revisar si hay consenso sobre lo que se está recomendando. Otra gran alternativa es buscar información a partir de fuentes rigurosas, como esta, en la que cuidamos cada dato que te aportamos y te lo vinculamos a los estudios científicos que los verifican.

Estrategias para evitar la fatiga y lesiones

Tanto la fatiga como las lesiones, son dos factores que dependen de la compleja conexión entre múltiples procesos fisiológicos y bioquímicos relacionados con el sistema músculo-esquelético, factores cardiovasculares y respiratorios, y el estado emocional.

A pesar de esta complejidad, existen cinco hábitos que aplicados a tu práctica deportiva, pueden ayudarte no solo a prevenir estos riesgos y mejorar el rendimiento deportivo, sino que, además, son el complemento perfecto para mejorar tu salud y bienestar general.

1. Establecer una rutina de calentamiento adecuada

El calentamiento previo a la actividad física es un conjunto de ejercicios que se realizan antes de iniciar cualquier tipo de actividad física. Es una parte esencial de cualquier entrenamiento o práctica deportiva de cierta intensidad.

  • Ayuda a preparar el cuerpo para la actividad física que se va a desarrollar siempre que aumente la temperatura muscular y mejore la circulación sanguínea.

Con ello, favorecemos la elasticidad muscular y la flexibilidad, reduciendo así el riesgo de lesiones y la fatiga muscular. Está demostrado que músculos que se han calentado previamente pueden:

Aunque cada rutina de calentamiento debería tener un diseño personalizado y específico, en líneas generales podemos decir que esta debe incluir ejercicios de movilidad, así como ejercicios de activación muscular específicos para el deporte en cuestión.

También es importante que la intensidad del calentamiento se adapte al nivel de intensidad de la actividad que se va a realizar posteriormente. Por ejemplo, como regla general no debería tener una intensidad superior al 40-60 % de tu capacidad de esfuerzo máximo.

Además de prevenir fatiga y lesiones, el calentamiento también ayuda a mejorar el rendimiento deportivo. El aumento de la temperatura corporal y la circulación sanguínea aumenta la velocidad de las reacciones químicas en el cuerpo, lo que permite una mayor eficacia en los movimientos musculares. Esto se traduce en una mayor velocidad, fuerza y resistencia durante la actividad física.

Etapas del calentamiento previo a la actividad física

El calentamiento previo a la actividad física puede dividirse en cuatro etapas:

Fase previa: En ella se realizan ejercicios de respiración y atención plena. Esta fase se incorpora a las otras tres, sobre todo, cuando después se va a efectuar una práctica deportiva que requiera de mucha exigencia mental. Por ejemplo, si es un deporte de alto riesgo o simplemente, un ejercicio con fuerte carga emocional por su alta competitividad. Los ejercicios de respiración y relajación pueden ayudar a reducir la tensión muscular y mejorar la concentración mental. Estos ejercicios pueden incluir la respiración profunda, meditación y movimientos suaves.

Fase general: Enfocada en aumentar la temperatura corporal a través de ejercicios de baja intensidad. El calentamiento debe comenzar suave y aumentar gradualmente hasta llegar a la intensidad requerida para la actividad deportiva. En esta fase se pueden añadir ejercicios de movilidad y equilibrio que ayuden a mejorar la coordinación y la estabilidad, lo que puede reducir el riesgo de lesiones. Estos ejercicios también pueden ayudar a mejorar la movilidad de las articulaciones.

Fase específica: Se realizan ejercicios específicos del deporte que se va a practicar. Incluir ejercicios de técnica deportiva en la rutina de calentamiento puede ayudar a mejorar la técnica y con ello, evitar malos gestos que provoquen lesiones. Estos ejercicios también pueden ayudar a mejorar la precisión y la velocidad en los movimientos específicos del deporte. Por ejemplo, si se va a jugar al baloncesto, se pueden practicar ejercicios de dribling o lanzamiento de pelota.

Fase de estiramiento: Esta etapa se enfoca en realizar estiramientos de los músculos que se van a utilizar durante la actividad física. Esta fase ha evolucionado mucho en los últimos años y diferentes estudios científicos han desmitificado algunas creencias populares sobre su práctica En el siguiente apartado te detallaremos algunas de las más sorprendentes.

Estiramientos realmente efectivos

Aunque el estiramiento ha sido durante mucho tiempo un pilar de casi todas las rutinas de calentamiento, ¿qué dice la evidencia científica?, ¿tiene efectos en el rendimiento y la recuperación?.

Está demostrado que la razón por la que nos sentimos más flexibles después de los estiramientos se debe solamente a un aumento en el nivel de incomodidad que podemos soportar en los extremos de nuestro rango de movimiento. Esto se conoce como tolerancia al estiramiento.

A partir de esta sensación, durante mucho tiempo se consideró que el tradicional estiramiento estático (mantener una extremidad en el límite de su rango de movimiento durante unos segundos) era un requisito esencial para cualquier calentamiento preventivo. También se estableció que ampliar este rango de movimiento aumentaría temporalmente la flexibilidad y con ella, se evitarían lesiones y se mejoraría el rendimiento durante el ejercicio. 

Sin embargo, a finales del siglo pasado ya empezaron a surgir los primeros indicios de que el estiramiento estático previo al entrenamiento, era un peligroso mito. 

Estiramiento estático

Con una rutina de estiramiento estático antes del entrenamiento, bajamos el tono muscular, perdemos fuerza y perdemos propiocepción. Es una práctica contraproducente que aumenta el riesgo de lesión.

El motivo era que descubrieron que lejos de ser preventivo, podría incluso tener efectos negativos en la fuerza, la potencia y la velocidad. Aunque es muy útil para aumentar el rango de movimiento, el estiramiento estático de un solo grupo muscular durante más de 90 segundos aumenta sustancialmente la probabilidad de un peor rendimiento. 

Entonces, ¿ya no es bueno estirar? Sí, pero ha variado el cómo hacerlo. Desde hace unos años, el estiramiento dinámico se ha vuelto más popular durante los calentamientos. Se trata de un estiramiento que consiste en mover deliberadamente una extremidad repetidamente a través de todo su rango de movimiento (en lugar de mantener estática la posición). 

Estiramiento dinámico

Realizar estiramientos dinámicos, además de ayudar a evitar lesiones, puede incluso aumentar la fuerza muscular al mismo tiempo que proporciona los aumentos a corto plazo en la flexibilidad que ofrece el estiramiento estático. 

Si el estiramiento estático era mejor breve, sobre el estiramiento dinámico dicen justo lo contrario. Según algunos estudios, realizar estiramientos dinámicos durante menos de 90 segundos a penas tiene probabilidades de mejorar el rendimiento (comparado con realizar sesiones más largas). Cuando hagas estiramientos dinámicos, presta atención a cada grupo muscular y tómate tu tiempo para cada uno de ellos.

Estiramiento balístico

Más allá del estiramiento dinámico, otras técnicas también han ganado popularidad en los últimos años. El estiramiento balístico, por ejemplo, es similar al estiramiento dinámico, pero incorpora movimientos de rebote para llevar el rango de movimiento al extremo de sus límites. Otro tipo de estiramiento, llamado facilitación neuromuscular propioceptiva, o PNF, implica la contracción y relajación repetidas de ciertos músculos para permitir que se estiren. Algunos estudios están mostrando que la PNF permite un mayor rango de movimiento, pero este efecto solo dura alrededor de cinco segundos después del final del estiramiento.

Para aumentar la efectividad del estiramiento, sea cual sea este, está recomendado usar herramientas de automasaje como los rodillos de espuma, ya que pueden ayudar a optimizar el calentamiento. Se ha demostrado que tan solo dos minutos de rodillo de espuma reducen el dolor muscular en los días posteriores al ejercicio.

Estiramientos para evitar el dolor muscular

Y supongo que ahora también te estarás preguntando: ¿Y estirar después de la práctica deportiva? ¿Ayuda? ¿Es un mito? ¿Cómo debería hacerse? No te preocupes, vamos a revisar los últimos estudios para ver qué nos dicen. 

Tradicionalmente, después de hacer ejercicio, se realizan estiramientos con el objetivo de reducir el dolor muscular y el riesgo de lesiones. Pero si hablamos del dolor muscular de aparición tardía, la sensación de dolor suele intensificarse cuando se estira el músculo en cuestión. Esto nos dice que los «detectores de estiramiento» incorporados en los músculos, llamados husos musculares , se han activado para producir esa sensación dolorosa característica.

La evidencia sugiere que estirar justo después del ejercicio en realidad no tiene ningún efecto sobre este dolor muscular concreto que aparece durante los días posteriores. Y tampoco lo previene si estiramos antes de la práctica deportiva. 

Pero no hay que demonizar los estiramientos, sino todo lo contrario. Para poder ponerlos realmente en valor, debemos estudiar cuáles son realmente sus beneficios. Estirarse para mejorar la flexibilidad sigue ofreciendo numerosos beneficios para la salud. Entre ellos, mejorar la mejora de la circulación y la reducción de la presión arterial. De hecho, las pautas de salud pública recomiendan hacer ejercicios de flexibilidad dos o tres veces por semana, incorporando estiramientos tanto estáticos como dinámicos.

Si en lugar de mejorar el rendimiento deportivo previo a la competición lo que queremos es mejorar nuestra flexibilidad, todos estos métodos de estiramiento te serán de ayuda. Pero curiosamente, según la evidencia actual, aquí el ganador es  el estiramiento estático. Sigue siendo más efectivo que el FNP o el estiramiento balístico para mejorar el rango de movimiento, e incluso puede ser ligeramente mejor que el estiramiento dinámico.

Estiramientos dinámicos para prevenir lesiones y fatiga
Realizar estiramientos dinámicos, además de ayudar a evitar lesiones, puede incluso aumentar la fuerza muscular al mismo tiempo que proporciona los aumentos a corto plazo en la flexibilidad que ofrece el estiramiento estático. 

Nuestra recomendación sobre cómo y cuándo estirar

Antes del entrenamiento:

  • De manera genérica, podemos afirmar que está contraindicado un estiramiento pasivo clásico antes de un entrenamiento.
  • Se pueden realizar estiramientos dinámicos, pero solo si estos están al servicio de tu calentamiento y se centran en la movilidad articular, aumentar las pulsaciones y la temperatura corporal.

Después del entrenamiento:

  • Una vez terminado el entrenamiento, lo más importante es hidratarse y volver a la calma respiratoria antes de empezar con los estiramientos cooldown. 
  • Realiza estiramientos suaves y a baja velocidad. Estos estiramientos no tienen como objetivo mejorar la flexibilidad, sino permitir al músculo soltar la tensión poco a poco.
  • Debemos recordar la importancia de incluir estiramientos que trabajen grupos musculares, pero también, las fascias.
  • Para que este estiramiento sea efectivo, cuida la calidad no solo tus movimientos, sino también tu respiración.

Cuándo realizar estiramientos estáticos:

  • Los estiramientos son esenciales para la higiene corporal y para contrarrestar las posiciones mantenidas, como por ejemplo, pasar mucho tiempo de pie o mucho tiempo sentado.
  • No debemos limitarla a ejercicios que acompañan nuestro entrenamiento. Puedes dedicarle sesiones específicas durante la semana o microsesiones siempre que lo necesites.
  • En resumen: los estiramientos estáticos los incorporamos en sesiones específicas con la intención de mejorar flexibilidad de 1 a 3 veces a la semana en la medida de lo posible.

2. La calidad y cantidad del descanso

El descanso es igual o más importante que el entrenamiento en sí. Cuando pensamos en ese diferencial que hace grandes a ciertos deportistas, pocos pensaríamos que el sueño podría desempeñar un papel determinante. Pero muchos de los mejores atletas del mundo, como por ejemplo Serena Williams, LeBron James o Tom Brady, confiesan que para ellos es esencial irse a la cama temprano y dormir al menos 8 horas.

Esto se debe a que el sueño juega un papel clave en el metabolismo , el crecimiento y la reparación de tejidos (como nuestros músculos), y asegura que la memoria, el tiempo de reacción y la toma de decisiones funcionen de manera óptima. Todos estos procesos impactan en el rendimiento deportivo y en la salud general de tu organismo.

El Centro de Investigaciones Sociológicas de España, realizó un estudio en el que los entrevistados, entre 45 y 64 años, aseguraron que no llegan a las 7 horas de sueño diario. El mismo estudio mostró que si elimináramos las horas de sueño del fin de semana, la mitad de los españoles, aproximadamente un 47,1 %, no llega a las siete horas de sueño, y una décima parte duerme menos de 6 horas. 

¿Por qué es tan preocupante? La ciencia ya ha demostrado que dormir mal puede, por ejemplo, reducir la función de las mitocondrias en participantes sanos. Incluso unas pocas noches de sueño insuficiente reducen la respuesta de la síntesis de proteínas musculares a la ingesta de nutrientes. Esto sugiere que la falta de sueño puede dificultar que el cuerpo desarrolle músculo. Cuando el sueño se restringe a solo cinco horas por noche (similar a la cantidad de sueño que muchos adultos que trabajan), los niveles de testosterona se reducen en hombres jóvenes sanos. La restricción del sueño de duración similar también altera la liberación de la hormona del crecimiento durante el sueño.

Descanso para prevenir lesiones y fatiga
Descanso para prevenir lesiones y fatiga.

El cuerpo necesita tiempo para recuperarse y repararse después de la actividad física. Dormir adecuadamente y tomar los períodos necesarios de descanso no solo ayuda a prevenir la fatiga, sino que también es fundamental para prevenir lesiones que pueden afectar el rendimiento deportivo. Por ello, os mostramos algunos consejos básicos para dormir y descansar adecuadamente:

Establecer un horario y rutina de sueño

Es importante establecer un horario de sueño regular y respetarlo. De esta manera, el cuerpo se acostumbra a un ritmo circadiano, lo que ayuda a mantener una buena calidad del sueño. Además, se recomienda dormir entre 7 y 9 horas diarias. Previo a la hora de sueño, se debe establecer una rutina de que te ayuden a relajarte, como leer un libro o meditar. Una ducha caliente antes de acostarte también puede ser beneficioso, ya que una temperatura corporal baja puede ayudarte a conciliar el sueño más rápido.

Crea un ambiente de sueño adecuado

Es importante crear un ambiente adecuado para el sueño. La habitación debe estar oscura y silenciosa para maximizar la calidad del sueño. Además, se recomienda evitar la exposición a dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, tabletas y televisores antes de dormir, ya que su luz azul puede afectar la calidad del sueño. La temperatura debe tender a ser fresca pero no fría. Un entorno demasiado cálido o demasiado frío puede alterar la calidad del sueño.

Descansar después de la actividad física

Dormir ayuda al ejercicio físico y el ejercicio físico ayuda a dormir. La actividad física es beneficiosa para la calidad del sueño, pero después de una actividad física intensa, es importante dejar un período de tiempo antes de intentar dormir. El cuerpo necesita tiempo para calmarse, por lo que se recomienda evitar actividades intensas antes de dormir.

Practicar técnicas de relajación

Las técnicas de relajación como el yoga, la meditación y la respiración profunda son útiles para disminuir la ansiedad y el estrés, lo que puede afectar la calidad del sueño. Además, estas técnicas ayudan a reducir la tensión muscular y mejorar la recuperación física.

3. Cómo y cuándo hidratarse para la práctica deportiva

El cuerpo necesita agua y nutrientes para funcionar correctamente. Los deportistas deben asegurarse de beber suficiente agua antes, durante y después de la actividad física para mantenerse hidratados. ¿Cuánto es suficiente? Esta respuesta es difícil de contestar porque depende de la duración e intensidad del ejercicio, la temperatura y la humedad ambiental, así como del tamaño y peso del deportista.

Lo que sí seguro es que el agua es necesaria para regular la temperatura corporal, transportar nutrientes a las células y eliminar los desechos. Por contra, la deshidratación puede provocar fatiga, dolor de cabeza, mareos, calambres musculares y otros problemas. Las investigaciones muestran que incluso un nivel leve de deshidratación puede afectar negativamente el rendimiento mental y físico. 

Hidratación para prevenir lesiones y fatiga
Hidratación para prevenir lesiones y fatiga.

Cómo saber cuánta agua beber

Además de la sensación de sed, el mejor indicador de su nivel de hidratación es el color de su orina. Debes apuntar a un color amarillo claro; si es muy oscuro, estás deshidratado y necesitas más agua. Si es transparente, no deberías beber más agua. De hecho, el consumo excesivo de agua también puede ser peligroso, especialmente en personas con problemas cardíacos.

Según los expertos, tiene sentido la afirmación generalista que recomienda beber ocho vasos de agua. Este mito surge de una publicación de la Junta de Alimentos y Nutrición de la Academia Nacional de Ciencias en 1945. En ella, se establecía que “una cantidad adecuada de agua para adultos es de 2,5 litros diarios en la mayoría de los casos”. Pero al imaginario colectivo no trascendió que dicha recomendación también afirmaba que “la mayor parte de esta cantidad está contenida en los alimentos”. Obtenemos gran parte de nuestra ingesta de agua de los alimentos que consumimos. Y, por tanto, además de tu práctica deportiva o el clima, tus alimentos también determinan qué cantidad de agua es necesaria para tu salud y bienestar. La coliflor y la berenjena, por ejemplo, tienen un 92 % de agua. 

Y otro dato importante: la calidad del agua sí importa. Bebe agua con una buena proporción de minerales. La hidratación adecuada después de un entrenamiento es crucial para reponer los depósitos de minerales. Durante la actividad física, nuestro cuerpo pierde electrolitos vitales para la relajación muscular y el equilibrio corporal. Te recomendamos un agua con un residuo seco superior a 200 que corresponde a una adecuada concentración de minerales. Otra opción es crear tu propia bebida isotónica. Te recomendamos esta sencilla receta: mezcla 750 ml de agua con 250 ml de agua de mar y un poco de zumo de un limón. Esta combinación te asegura una hidratación adecuada y un suministro adecuado de minerales esenciales.

4. Aspectos que quizás no consideraste en tu alimentación

La nutrición es uno de los pilares fundamentales para el rendimiento deportivo. Para lograr el mejor desempeño posible en cualquier actividad física es importante prestar atención a lo que se come y cómo y cuándo se come. Pero en este apartado, nos centraremos en algunos datos curiosos y relevantes sobre la nutrición que te ayudarán a prevenir la fatiga y las lesiones en deportistas. 

Tu microbiota te protege de lesiones

¿Se puede aumentar el rendimiento deportivo modulando la microbiota? La vinculación entre el rendimiento deportivo y la microbiota intestinal cada día cuenta con más estudios científicos que la verifican. Cambios en la composición y diversidad microbiana intestinal se han relacionado con:

  • modificaciones del metabolismo energético,
  • la hidratación,
  • la inflamación,
  • las reacciones redox,
  • y la modulación del eje intestino-cerebro.

Todos ellos afectan conjuntamente a la sensación de cansancio, la motivación para hacer ejercicio, la percepción del estrés, y el rendimiento deportivo. 

La microbiota intestinal influye en el rendimiento deportivo y en la capacidad de recuperación tras realizar ejercicio físico. Asimismo, practicar ejercicio moderado de forma regular redunda en una composición bacteriana más saludable y, por tanto, en una mejor salud física y mental.

Uno de los estudios más conocidos y reveladores sobre la influencia de la microbiota intestinal sobre el rendimiento deportivo fue llevado a cabo durante la maratón de Boston en 2014. Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard descubrieron la importancia de los ácidos grasos de cadena corta (AGG). En concreto, un trabajo que publicaron en la revista científica Nature, explicaban que los participantes en la maratón que estaban en mejor forma tenían mayores niveles de butirato en sus heces.

A partir de la constatación de esta conexión entre actividad física, rendimiento y microbiota, se está profundizando en el análisis funcional de las especies microbianas vinculadas con la función mitocondrial y al eje intestino-cerebro. Esto será fundamental para desarrollar estrategias dietéticas en deportistas que optimicen la capacidad cardiovascular, la percepción del estrés, y, por tanto, el rendimiento atlético. 

Todos estos resultados son bastante reveladores y nos muestran un camino para plantear nuevas exploraciones desde el punto de vista de la microbiota intestinal y cómo alcanzar un estado de equilibrio eubiótico que mejore el rendimiento deportivo. Quedan muchos factores que están aún por estudiarse, pero lo que es seguro es que es una línea de investigación que traerá resultados sorprendentes.

Alimentación y ayuno para prevenir lesiones y fatiga
Alimentación y ayuno para prevenir lesiones y fatiga.

¿Comer o ayunar antes de entrenar?

Otro de los aspectos más innovadores en cuanto a rendimiento deportivo y nutrición es poder responder a la pregunta cuándo en lugar de simplemente el qué. 

Por ejemplo, diversos estudios han demostrado que se quema más grasa corporal al hacer deporte antes de desayunar. Uno de los más importantes se desarrolló hace más de diez años por científicos de Túnez que evaluaron los efectos de la actividad física en hombres durante el ramadán (el periodo durante el cual los musulmanes hacen ayuno en las horas de luz natural). La conclusión del trabajo fue que el deporte en ayunas contribuía con el descenso en el porcentaje de grasa corporal. 

Este dato está corroborado por otros estudios y revisiones como, por ejemplo, esta investigación de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido. En él, se demostró que el descenso de grasa corporal que podía llegar a ser hasta un 20 % mayor si el entrenamiento se realiza antes y no después de desayunar.

Otros trabajos, por su parte, comprobaron que el entrenamiento en ayunas también favorece a que el cuerpo, a medio y largo plazo, vuelva a “reeducarse” en la preferencia por la obtención de energía a partir de la grasa y de este modo mejore su eficiencia metabólica.

En este artículo no vamos a incluir todos los beneficios del deporte en ayunas, pero sí os dejamos dos datos que os ayudarán a entender la importancia de estos descubrimientos:

¿Y si es al revés? ¿Y si se hace ejercicio inmediatamente o hasta una hora después de comer? En ese caso, es más probable que experimentes náuseas, independientemente del nivel o la intensidad del ejercicio. Debemos tener en cuenta que nuestro estómago tarda aproximadamente dos horas en descomponer los alimentos sólidos hasta que los envía al intestino delgado. Por tanto, si sientes náuseas al hacer ejercicio, lo mejor sería esperar al menos dos horas para poder practicarlo.

Nuestra recomendación sobre alimentos que te ayudan a recuperarte

Para recuperarte después de entrenar, es esencial crear un ambiente adecuado para que tu cuerpo tenga las condiciones óptimas para regenerarse desde el minuto 1 tras acabar tu entrenamiento. Para ello, debes seguir estas premisas básicas:

  • Consume alimentos naturales y evita productos procesados: porque pueden generar una respuesta inflamatoria en el aparato digestivo que impedirá la regeneración muscular.
  • Elimina o reduce los alimentos inflamatorios como cereales, legumbres y lácteos: por lo general, tienen bajo valor nutricional y su potencial respuesta inflamatoria impide la regeneración muscular.
  • Incluye suficientes ácidos grasos omega 3 EPA y DHA: Las resolvinas, sustancias que controlan el proceso inflamatorio y lo resuelven, dependen de los ácidos grasos omega 3. Por ello, es esencial asegurarse de consumir suficientes cantidades para una adecuada recuperación.
  • Espacia tus comidas e incorpora ayunos intermitentes Generar ventanas sin ingesta de al menos 14-16 horas permite que tu cuerpo destine más recursos a la reparación que cuando debe ocuparse de la digestión. Las evidencias del ayuno intermitente como ayuda en la recuperación son cada vez más concluyentes.

5. Cuidar la postura y la técnica de cada ejercicio

La postura y la técnica son fundamentales en cualquier deporte. Una mala postura o técnica pueden aumentar el riesgo de lesiones y fatiga muscular. Desarrollar la forma correcta desde el principio es importante para evitar desarrollar malos hábitos. Sobre todo al principio de una nueva práctica deportiva, ve despacio, prueba una variedad de ejercicios diferentes y no agregues demasiado peso antes de dominar la técnica. Ejecutar los movimientos correctamente te ayudará a evitar lesiones .

Cuando un deportista tiene una técnica adecuada, puede realizar los movimientos de manera más efectiva, disminuyendo el esfuerzo y mejorando la eficiencia energética. Si eliges hacer ejercicio en un gimnasio o centro de acondicionamiento físico, pide ayuda a los entrenadores. Quizás no te den ningún nuevo consejo, pero nunca está de más preguntar para mejorar y sobre todo, para que desde fuera puedan evaluar si lo estás haciendo bien. Si prefieres hacer ejercicio por tu cuenta, actualmente cuentas con muchos recursos disponibles en línea para guiar su entrenamiento. Tan solo recuerda: cuida muy bien la fuente en la que te informas.

Otro detalle que a veces pasamos desapercibido es usar el calzado correcto. Este elemento es particularmente importante para correr, ya que la comodidad y el apoyo ayudarán a reducir el dolor. No es necesario un calzado caro ni especializado, pero sí uno que proporcione el soporte adecuado para tu pisada.

Si simplemente necesitas calzado para levantar pesas, lo más recomendado es simplemente un calzado plano y duro que te proporcione estabilidad mientras levantas. Si es un trabajo de pesas más especializado, el calzado suele incluir un talón elevado que facilita ángulos adecuados de tobillo, rodilla y cadera. Esto te permitirá mantener la forma correcta y reducir el riesgo de lesiones.

Postura correcta para prevenir lesiones y fatiga
La postura y la técnica son fundamentales en cualquier deporte. Una mala postura o técnica pueden aumentar el riesgo de lesiones y fatiga muscular.

En resumen

Esperamos que estos sencillos consejos te hayan servido de gran ayuda y sobre todo, que te hayan sorprendido. Queríamos aportarte algo más que los típicos consejos que puedes encontrar en otros artículos y llevar algo de innovación a tu práctica deportiva. La actividad física es fundamental para llevar una vida saludable, pero solo lo será si la combinamos con estrategias que nos ayuden a prevenir la fatiga y las lesiones en deportistas

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